jueves, 11 de noviembre de 2010

La veleta

Confianza, posibilidad, esperanza, ilusión, felicidad, orgullo, buen humor, reflexión, dudas, inseguridad, miedo, desconfianza. Un ciclo curioso ¿verdad?, y si todo eso es durante un mes, una semana, un día, ¿qué digo?, una simple noche, podría incluso ser más reseñable.

Seguramente tener mucho tiempo libre no es bueno. Si realizas actividades, tu cerebro está activo, tu mente ocupada y tienes menos en que pensar. Sin embargo no es mi caso y las horas muertas en ocasiones hacen reflexionar y hacen incluso plantearte lo que en un primer momento del día pensabas que habías hecho bien. Este tiovivo emocional puede no parar por mucho que la racionalidad lo estipule y entonces te das cuenta de que tu existencia en el mundo se encuentra en una situación francamente mejorable.

¿Qué quieres?, ¿qué buscas?, ¿qué tienes?. Complicadas preguntas y en ocasiones indescifrables respuestas y sobre todo y a lo que quería llegar, más que complicado punto de consecución de objetivos. Y así podrías hacerte decenas de preguntas a las que contestarte puede darte una sensación de más o menos felicidad, pero seguramente sería absurdo hacerlo debido a que la felicidad no es medible ni puntuable, sino disfrutable . Y así debería ser, de manera que cada uno decide si debe o no realizarse estas preguntas, porque si puede ser que a veces haya que hacerlas si te encuentras en la parte equivocada del camino.

Hoy he sido una persona feliz durante la gran parte del día y de madrugada sin comerlo ni beberlo tengo esta situación que últimamente me atormenta y me saca de ese estado más aconsejable para llevarme a un lugar menos agradable en sensaciones, quizás sea porque he pensado demasiado y en ocasiones es ciertamente no aconsejable.

La conclusión es que necesito una ocupación, necesito una noticia francamente más positiva de la pequeña, aunque importante, que he recibido hasta el momento. Espero que ésto llegue pronto y mi cabeza deje de dar vueltas y salga de este estado de veleta que varía según el viento que la noche madrileña me ofrece, sin hablar de otras temas que sinceramente no me atrevo ni a tratar por miedo a una mayor decepción.

Y ésto sucede cuando te pones a escribir sobre la marcha y sin ni siquiera tener pensado el tema que tratar sino dejándote llevar por tus pensamientos. El resultado el que habéis leído.

http://www.youtube.com/watch?v=VPArBSbBrG4

"Yo soy el único verso que nunca me atreví a rimar"

2 comentarios:

  1. Rober!! Ya sabes todo lo que pienso, y estamos hablando en este instante, xro por si acaso se te olvida alguna vez, "El tiempo pone a cada uno en su lugar" y tu vales un montón, espero que el tiempo sea lo más corto posible porque te mereces ser feliz como el que más!!

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  2. Tío, juraría que te había comentado ya esto! pero parece ser que lo soñé. Poco a poco Rober, hay que ir quemando etapas, aún es pronto y encima todo va saliendo, no?... ánimo!

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