domingo, 13 de noviembre de 2011

Me encantas

Mirada desenfadada, sonrisa siempre apreciable,
tan natural, tan suya, tan mía, tan reconocible.
Porque me gusta guardarla en mi bolsillo cada día
para poder sacarla cuando no estás y todo se enfría.

Y esos ojos, ¡esa mirada!, ¡cómo cautiva esa mirada!,
cuando por suerte hace en la tuya una pequeña parada.
Porque deslumbras y acongojas,
asustas y sonrojas.

Tus bonitos labios que dan ganas de besar sin descanso,
que seducen a cualquiera que haga un pequeño repaso.
Y tu nariz, tu boca, tu piel y el resto de tu cara bonita,
que encuentra en la naturalidad una belleza infinita.

Y tu cuerpo que no tiene nada que envidiar al resto,
que encuentra en tus curvas un equilibrio perfecto.
Envidia de muchas, cuando con tus múltiples vestidos
sales por Madrid y dejas al mundo rendido.

Y así eres sin proponértelo, sin chapa ni pintura,
sin potingues ni horas y horas de manicura.
Me gustas desde que te levantas sin arreglar,
hasta que te acuestas con ganas de descansar.

1 comentario:

  1. Una lágrima recorre mi cara tras leer esta maravilla... creo que con esto te puedes hacer una idea de lo que me ha parecido...
    Ojalá tu felicidad sea infinita! (K)

    ResponderEliminar